Qué es el compost y cómo podemos hacerlo en nuestra casa
La sociedad actual está obligada moralmente a reducir al máximo la basura que se genera en las viviendas. Pueblos y ciudades están preparados para el depósito de restos de envases, plástico, vidrio, papel o cartón, pero ¿qué podemos hacer con los residuos orgánicos si queremos dar un paso más y no tirarlos al contenedor de siempre? La respuesta es: compost.
Cada vez son más los lugares que ponen en marcha iniciativas relacionadas con el compostaje. En STV Gestión ya colaboramos con el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada en la recogida de residuos ‘puerta a puerta’ que se completa con una serie de compostadoras a disposición del vecindario en las que depositar los derechos orgánicos.
Pero no todo vale para hacer compost. Tampoco podemos pretender obtenerlo en unos pocos días. Y sobre todo, hay que contar bien con el espacio suficiente o bien con una compostera para hacerlo dentro de casa. A partir de ahí, podemos convertir nuestros residuos orgánicos en abono natural con apenas esfuerzo y al mismo tiempo, contribuir a reducir los restos. ¿A quién ayudamos? Al medio ambiente, a nosotros y a las generaciones que vienen y que seguramente tendrán que realizar este tipo de prácticas por obligación legal.
Cuanto antes empecemos mejor. Así que ahora os contamos qué se necesita para hacer compost. Una compostera o compostadora es el recipiente más indicado, sobre todo si vas a hacer compost en interiores. Pero si no, basta con tener un espacio al aire libre, en lugar seco y sombreado y cerca de una fuente de agua.
Un proceso fácil
El proceso es básicamente la mezcla de residuos orgánicos que se transformarán en abono natural para usar en nuestro huerto o en macetas. Como hemos indicado, no todos los residuos valen, los restos de carne, pescado, quesos o huesos no son los más adecuados. Así que la recomendación es que uses para tu compost materia verde (hojas secas, cáscaras de frutas, verduras y huevos, posos de café, bolsas de té usadas o legumbres sin cocinar). Estos aportan nitrógenos, mientras que el carbono llega a nuestro compost a través de la materia marrón (hojas y ramas secas, servilletas de papel, papel sin tinta, tubos de papel higiénico…). Cada capa de residuos se tapa con tierra, teniendo la precaución de enterrar bien los restos de comida frescos para evitar la aparición de moscas y mosquitos.
Una vez tenemos todo esto claro, no queda más que empezar. El aporte de agua es fundamental, aunque sin echar excederse, porque entonces los restos se pudrirán y olerán. Y lo único que falta por hacer es remover la mezcla una vez por semana para airearla y acelerar el proceso de compostaje.
Las 3 ‘erres’ del reciclaje
El compostaje nos acercará al reto de lograr una economía circular en la que los residuos puedan reducirse al máximo. Aplicaremos las 3R del reciclaje: recicla, reduce y reutiliza. Y además permite rebajar los costes de gestión de los residuos y con ello, se reduce la generación de gases de efecto invernadero.
