STV Gestión, en la lucha contra la desertificación y la sequía
Los expertos coinciden en que en el futuro más de un 75% del territorio español estará en riesgo de desertificación y sequía. Para STV Gestión es una gran oportunidad de demostrar su compromiso frente a este desafío. Nuestro Departamento de Áreas Verdes realiza labores de concienciación y pone en práctica acciones eficientes para frenar este grave problema.
La desertificación genera una degradación en el suelo y en los ecosistemas debido a las variaciones climáticas y a las actividades productivas de la sociedad. Estos factores sumados a la sequía producen un agotamiento en los nutrientes del suelo y de los acuíferos subterráneos. Ante tales problemas, STV apuesta por un desarrollo que priorice la preservación de la estabilidad de los ecosistemas. Gracias a las plantas autóctonas y un uso eficiente y racional del agua podremos generar una barrera frente a la desertificación y la sequía.
La sequía y la desertificación son unos de los mayores retos que afronta el medioambiente en este siglo.
Una de las principales soluciones para de la desertificación es la reforestación. En STV plantamos de media unos 2.000 árboles al año. Gracias a ello podemos generar ecosistemas que aportan muchos beneficios para los nutrientes de la tierra. Las raíces de los árboles crean una barrera natural para proteger el suelo frente a la erosión del viento. Con la reforestación también enriquece y fertiliza la tierra, lo que mejora la gestión del agua y aumenta la capacidad de retención del suelo reduciendo su evaporación.
Además de la reforestación, desde el Departamento de Áreas Verdes de STV se fomenta la utilización de plantas perfectamente adaptadas a las condiciones climáticas de cada región en la que trabajamos. Estas plantas autóctonas cuentan con una resistencia especial al medio. Utilizan pocos recursos para sobrevivir a la sequía estival y requieren baja demanda de agua.
El uso de vegetación autóctona y la buena gestión del agua son la clave para combatir la desertificación
Las plantas aromáticas son uno claro ejemplo de estas especies que resisten muy bien a la radiación solar. La lavanda (lavandula angustifolia) posee unos tonos plateados que ejercen un efecto defensivo frente al sol. En esta misma línea, el romero (rosmarinus oficinalis), curva los bordes de sus hojas hacia dentro y hacia abajo para guarecerse de los rayos ultravioletas. Otro claro ejemplo de defensa frente al sol, es el del aladierno (Rhamnus alaternus) cuyas hojas están recubiertas de ceras impermeables que le hacen retener el agua con mayor facilidad. Una de las cualidades más curiosas de las plantas aromáticas es su capacidad para producir un aceite durante la noche que recubre la planta con una pátina refrescante que las protege durante el día.
Alejandro Cardona, director de Áreas Verdes de STV, recalca que “es preciso hacer una selección adecuada de las especies que se plantan, pero lo más importante es el uso eficiente del agua”. En STV sabemos que una buena gestión de este elemento permite el desarrollo de todas estas plantas y, a la vez, ahorra recursos hídricos que pueden destinarse a otros ámbitos de la sociedad. Por ello, contamos con los sistemas de riego más novedosos en cuanto a control de horarios y requerimientos anuales de agua del mercado. Esta tecnología optimiza al máximo cada gota de agua gracias a unos sensores de humedad. Además incorporan unas estaciones climatológicas que, a través de un sistema centralizado, establecen turnos de riego puntual.
Gracias a todos estos métodos en STV combatimos la desertificación y la sequía de forma eficaz. El mantenimiento periódico y la buena salud de nuestros ecosistemas nos permitirán mantener nuestra diversidad vegetal de forma sostenible.
